Hace 4 años exactamente pasaban cosas por mi cabeza acordes a mi edad y personalidad: estaba en un trabajo estable, con un ascenso ya asegurado, lo cual significaba mejores ingresos y sus consecuencias positivas, una relación sólida con la mujer que amo y que ahora es mi esposa y tenía muchas ganas de comerme al mundo. Justo cuando sentía que estaba en un momento estable en mi vida en casi todos los aspectos me di cuenta de algo importante: era el momento de tomar un nuevo reto; abrir una empresa, en diciembre de 2009 decidí renunciar a mi nuevo puesto como project manager y no “dormirme en mis laureles”, era momento de probar suerte en ese mundillo de moda llamado emprendimiento y así lo hice.
Diciembre de 2013, 4 años después, he decidido terminar la aventura.