Hay cosas imposibles en la vida cotidiana; un objeto no puede ocupar el espacio de otro, terminar de leer el Cid Campeador o el Quijote, o que se termine la cosecha de mujeres, sin embargo, parece que podemos agregar otra ley a esta lista: comerse dos chiles en nogada. Al parecer esa es una de las afirmaciones de una persona llamada Adriana Altamirano hace a su trabajadora doméstica (o a la chacha como se les conoce despectivamente puesn) al percatarse que esta última rompía tan conocida ley de la física… corporal.
La dolida y consternada ama de casa aplicó la traicionera pero divertida técnica del balconeo tomando video mientras se ponía como chancla a la ñora para después subirlo a las «redes sociales» como le dicen los chilangos que no viven en la condeshi o en la roma a facebook (los hipsters le dicen twitter), poco sabía doña Adriana que la quemada iba ser precisamente para ella y como es costumbre el «linchamiento» y bullying en Internet no se hizo esperar e incluso asegura que la han agredido verbalmente y que se siente amenazada inlcuso físicamente.
El tema en realidad no me llamó la atención, hasta el día de ayer. No porque sea insensible, o porque efectivamente no sea capáz de comerme dos chiles en nogada, más bien el problema es encontrar el preciado platillo fuera de temporada. Lo que me dejó pensando en el tema fue el post de un conocido mío en facebook que también es patrón y que también tiene empleados, se quejaba del desempeño de uno de sus trabajadores (sin dar datos específicos) y de como el si se parte la madre.
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