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«First come, first served» o cómo cerrar una oferta de trabajo estando en varios procesos

Como es usual, cuando estamos desempleados, solemos culpar la mayoría de las veces a cualquier otra persona o circunstancia de ello. Y aunque existen situaciones en las cuales esto puede estar mas o menos fuera de nuestro control, la realidad es que usualmente se debe a una mala estrategia de nuestra parte, y, ¿Quién es nuestro antagonista favorito? El reclutador.

Una constante que leo en LinkedIn es la pérdida de otras oportunidades de un candidato por culpa de un reclutador o empresa que nos tenía en «espera» por lo cual nos quedamos literal como «El perro de las dos tortas«. Les comparto a continuación algunos tips para aumentar la oportunidad de ser seleccionado en un proceso y no parecer perro.

Tomar notas

Parece obvio, pero la mayoría de los candidatos no toman muchas notas o hacen un análisis completo de las ofertas y solo envían curriculums o cartas de presentación esperando a ser llamados. Cuando he estado en proceso de búsqueda creo una simple hoja de cálculo en Google Docs donde agrego algunas columnas que considero críticas por ejemplo:

  • Fuente de la oferta (LinkedIn, remoteok.io, etc.)
  • Contacto de la oferta, importante para dirigirnos personalmente a quien sea el reclutador
  • Fecha inicial de contacto, nos permite
  • Status, para saber qué tan avanzados vamos en el proceso
  • Notas, para cualquier cosa extra, por ejemplo, si la empresa trabaja en uso horario diferente, si yo los contacté o ellos a mi, etc.

Teniendo esta información curada, podemos tomar decisiones basadas en el análisis de posibilidades y no en corazonadas, lo cual nos lleva al siguiente punto.

Dar seguimiento

El arte de mostrar interés. Nos estamos vendiendo realmente, así que debemos actuar como tal, sin llegar a ser molestos. Por ejemplo, en el caso de nosotros haber contactado a la empresa o reclutador porque vimos el anuncio, enviar un correo de seguimiento cordial digamos una semana después, con algo similar a:

Hola Juan,

La semana pasada te envié mi curriculum en un correo de introducción para la posición de Desarrollador Backend que postularon en LinkedIn y me preguntaba si tuviste oportunidad de revisar mi perfil.

Me parece muy interesante el trabajo que ha desarrollado en el último año la corporación ACME, sobre todo en el área de fintech y estoy seguro que con mis habilidades y conocimientos en el área podría ser un gran aporte al equipo.

Te agradezco de antemano tu tiempo y quedo en espera por si gustas agendar una llamada en un horario que sea adecuado para ti.

Saludos,

Simple pero directo. No hay que ser informal en los correos de trabajo, pero tampoco hay que caer en lo lambiscón. Siempre hay que tratar de utilizar un lenguaje que invite a la persona a revisar nuestro asunto sin que se sienta como una orden. Por otra parte, siempre es importante resaltar alguna parte de la empresa de manera que quien analiza estas vacantes note que no solo tenemos interés sino que investigamos de que van. Finalmente, siempre agradecer la atención y despedirnos. Así de fácil!

Delimitar Fechas

Es importante poner fechas límite para cada proceso, no importa en qué parte nos encontremos. Por ejemplo, en mi hoja de cálculo, además de la columna de estatus, también tengo otra con la última fecha de contacto o del evento que cambió a ese estatus. He estado en muchas entrevistas y a medio proceso me han aplicado el famoso «ghosting«, es decir, ya no se vuelven a comunicar de vuelta. Es nuestra responsabilidad depurar esos procesos.

¿Cuánto tiempo es razonable? Bueno creo que eso depende de cada vacante y empresa. Por ejemplo, si la vacante sabemos que es para un startup de 10 empleados, lo más seguro es que si no recibimos una respuesta en menos de 10 días, probablemente hayamos sido descartados, por el contrario, si estamos hablando de una empresa de cientos de empleados o donde hay más áreas involucradas, no es raro escuchar de procesos de meses.

Aquí solo podemos usar nuestro criterio y sentido común. Algunas empresas son muy transparentes con sus procesos de reclutamiento o incluso están en constante comunicación con los prospectos, pero la gran mayoría no. Y como probablemente los interesados somos nosotros, tenemos que saber cuando descartarlas y enfocarnos en las otras en proceso o adquirir nuevas.

Tomar una decisión

Es obvio, eventualmente debemos decidir, pero a lo que me refiero con este punto es ser congruentes y cuidar nuestra reputación. Por ejemplo, me ha sucedido que ya casi en los pasos finales de algunos procesos, alguien de otra vacante apenas me contacta o me regresa el correo, hasta este punto, aunque no tengo compromiso laboral aun con estas empresas donde el proceso ya ha avanzado, si existe uno de profesionalismo, donde estas otras empresas ya le han dado seguimiento, y más importante, atención al proceso y como forma de respetar eso suelo decirles a quienes contestan tarde que estoy ocupado en otros procesos y no tengo tiempo para hacer otras evaluaciones pero que les agradezco la oportunidad.

Y finalmente y lo más importante: si ya tenemos una oferta que nos agrada de alguno de los prospectos pero hay otras donde ya solo nos falta recibir dicha oferta, simplemente podemos tratar de agilizar el proceso nosotros mismos.

Una buena estrategia es escribir un correo de agradecimiento por el tiempo a quienes hayan estado involucrados en el proceso y comentarles que nos encantaría trabajar con ellos y que ya tenemos un par de propuestas en la mesa y solo estamos esperando la de ellos para tomar la decisión. Si no recibimos una respuesta u oferta de alguno de estos procesos simplemente hay que descartarlos y poner en la prioridad más alta a quien ya esté listo para contratarnos. Quizá nuestra preferencia sea mayor por una de las otras empresas de las que aún no tenemos oferta pero, como dice el refrán, «Del plato a la boca, se cae la sopa» así que en este punto crítico, aun habiendo pasado todas las evaluaciones y haber hecho click en esa última llamada con el CEO, nada nos asegura una contratación más que una oferta firmada.

Y POR FAVOR! Jamás renuncies al mes a la empresa que sí te contrato porque era la «2da opción» y ahora la otra ya te envió una oferta. Aunque algunos argumentarán que esto es válido pues es un mercado de oferta y demanda, tu reputación y compromiso son parte de tu historial profesional y habrá quienes consideren este tipo de acciones en un futuro en tu carrera. Dale una oportunidad a quien te la brindo a ti!


Si bien gran parte de la responsabilidad de contratación y de mantener un proceso abierto y con comunicación es del reclutador y de la empresa interesada, somos nosotros los que finalmente debemos hacernos responsables de nuestra situación laboral y negociar para nuestro beneficio.

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