Hoy recordé, mientras leía algún artículo, la importancia de las frases célebres y como a veces, un extracto de conocimiento, así tan breve y directo, puede impactarnos profundamente.
En algún puesto de revistas del aeropuerto de la CDMX recuerdo que Luis, mi hermano mayor, compró un libro con las «frases célebres» más relevantes, durante un tiempo donde probablemente ambos nos sentíamos apasionados por la filosofía, como cualquier joven revolucionario e inocente.
Arrepentirse de nuestros actos es usualmente visto como una especie de mal hábito pues siempre se nos ha repetido que «El hubiera no existe» y que lo «Hecho, hecho está» y así pues, si no estar orgullosos, al menos conscientes de que lo que hemos hecho estuvo «bien» porque es lo que conocíamos y con los recursos que contabamos.
En estos últimos dos o tres años de mi vida, y en particular en el que termina me pregunté si hubiera hecho las cosas diferentes, en muchas de las decisiones y actos y la culpa del «Lo hecho hecho está» me ha castigado en muchos momentos de reflexión.
Y justo hoy, mientras he pasado días de este tipo de reflexiones y pensamientos negativos, me encontré esto:
Y, lo dicho, a veces necesitamos escuchar (o leer) palabras simples pero poderosas que nos hagan visualizar las cosas desde una perspectiva diferente. Somos seres en constante cambio. Lo que fue, fue, pero hay que seguir en movimiento.
Arrepentirse pues, es un ejercicio de introspección y sobre todo de preparación para aquello que deseamos suceda de manera diferente.
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