O quizá, ¿No? Ese sería el punto. Hablar de música y amor, o la mayoría de las veces, «desamor» es casi ambiguo. ¿Por qué la mayoría de la música actual habla de desamor? O claro, en el peor de los casos, de temas irrelevantes e irreverentes (te estoy viendo a ti «Dani Flow») de los cuales ya he hablado anteriormente. ¿Dónde quedaron los demás temas relevantes a la música popular?, El social, psicológico, espiritual, político. Hay tantos sentimientos, temas y demás que se podrían y se han explorado en el arte de la música pero parece que solamente hay una constante en estos tiempos.
Leyendo artículos aleatorio encontré esta corta pero interesante entrevista con el vocalista de «Bring Me The Horizon» del cual he de decir conozco poco, pero el titular me llamó la atención:
Dua Lipa and all the big pop stars are awesome, but I do sometimes get the sense of, ‘How many times can you sing about a lover not being good enough?
Oli Sykes
Da para pensar y analizar. Si bien la cultura popular es en esencia, entretenimiento, también es cierto que ha sido catapulta para proyectar movimientos y temas de carácter social, desde el Punk hasta el movimiento Cool Brittania, que de una manera u otra intentan transmitir algún sentimiento, alguna declaración.
Pecaría de mentiroso si digo que no existe música así. Probablemente haya una parvada de artistas «indie» que efectivamente utilizan su plataforma musical para cantarle a algo más que un corazón roto, pero hablando de la cultura popular «mainstream» me parece que Sykes toca un punto importante:
…what the next wave of pop stars should look like; someone that has the songs, but is a real person who dares to speak what they believe in, who gives a shit about the world
Oli Sykes
Quizá la fabricación de estos nuevos artistas, precursores de los concursos de música como X-Factor y mas recientemente, de la generación de Tik-Tok, están más alineados a una vida más «normal» donde poco se ha experimentado en situaciones y sentimientos más allá de los que todos hemos pasado, el amor y el desamor, y se convierten en mega-producciones que ciertamente, de mucha calidad desde la perspectiva de sonido y producción, pobres en la lírica.
Y es que, aunque los tiempos cambien, las generaciones solo reciclamos los mismos problemas. No es que nos hagan falta situaciones complejas para inspirarnos a transmitir otros mensajes; guerras, movimientos sociales y demás están a la órden del día, solo que el público actual no está interesado en escucharlas y mientras los protagonistas de la industria musical no lo empujen en su agenda, poco interés mostrarán estas generaciones más jóvenes las cuales por cierto, no son culpables de su apatía.
Yo también fuí adolescente y creo que mucha de la cultura musical influyó en mis ideologías y pensamiento actual, es decir, no me hice «solo», pero ciertamente tuve la ventaja de crecer con más que canciones de amor y desamor en la radio, en la TV y donde sea que la industria empujara a sus artistas.
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