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El mítico trabajo remoto

Hay una razón por la cual los famosos «dispensadores» de periódicos, semanarios y revistas nunca existieron en México (y probablemente en el resto de Latinoamérica) como en otros países desarrollados: el valor de la confianza. Sucede que, a pesar de que ya existen muchas herramientas para que trabajos técnicos y de oficina puedan ser desempeñados desde casa, muchas empresas se niegan a ofrecer dicha prestación y creo que la razón principal está relacionada con la misma motivación de no tener estos dispensadores.

Cultura de (des)confianza

Para quienes no han tenido oportunidad de viajar fuera de México, o son demasiado jóvenes para haberlo experimentado (hello Zoomers!), existían, o probablemente existen aun, (aunque sería igual de raro que ver una cabina de teléfono pública o un borrego cimarrón en el desierto), cabinas o pequeñas máquinas con los diarios, periódicos y semanarios de circulación nacional en Estados Unidos donde uno depositaba sus monedas y el mecanismo permitía abrir la puerta donde se encontraban decenas del mismo para poder tomar uno.

Dispensador de periódicos
Dispensadores de periódicos

Pensar que este mismo mecanismo de venta funcionara en México es simplemente ser inocente y por eso mismo teníamos a los ya casi extintos (por los medios digitales) «voceadores» que cargaban las publicaciones que comprábamos o bien en alguno de los puestos de revistas más cercano. A más de uno se le habría ocurrido depositar su moneda en estos dispositivos y sacar la mayor cantidad posible para re-venderlos.

Algo similar pasa con el trabajo remoto. Aunque tenemos muchas herramientas para desempeñarlo de manera correcta como el Internet, aplicaciones de mensajería en tiempo real, videoconferencia, etc. aun, la mayoría de las empresas donde esto podría ser una buena prestación, se muestran reacios a ofrecerla.

Por ejemplo, antes de dejar Conekta, cierta compañía que se dedica a lo mismo en Estados Unidos como principal proveedor del sector y que recientemente inició operaciones en nuestro país, me ofreció una entrevista, mi primer filtro fue:

¿Es esta una posición con posibilidad de remoto?

La respuesta fue un contundente no. Lo más curioso del caso es que esta compañía tiene una agresiva campaña y estrategia de remoto para sus otras localidades:

¿Cuál es la diferencia entre Estados Unidos, Europa, Asia y Latinoamérica en este sentido?

La confianza. Aunque puede haber algunos detalles en relación a regulaciones laborales, la mayoría de las compañías, al menos dedicándose a tecnología, tienen casi todas las facilidades para poder operar a sus ingenieros (y algunas otras áreas) en esta modalidad.

Parece entonces que la «supervisión» de la planta laboral es siempre prioridad entre empresas Mexicanas, necesitan vernos «desquitando el sueldo». Habrá otras razones, claro, por las cuales quieran tenernos en sitio, por ejemplo la famosa «facilidad de comunicación».

Alguna vez una persona de jerarquía superior me dijo en un trabajo que era más fácil tenerme a un lado por si «algo se ofrecía» o había que preguntarme algo de manera rápida sin esperar a que respondiera el chat, correo, etc. Mi respuesta fue que interrumpir a la gente cada 10 minutos para resolver dudas no era una estrategia adecuada de manejo de tiempo y recursos, por lo tanto, al menos para mi, no es una justificación para el tema de remoto. Hay que alojar tiempo para juntas, llamadas y comunicación general en una agenda organizada y dejar esos «cartuchos» para emergencias reales y bueno, estemos o nó en la oficina esto es otro tema de conversación, irrelevante para el caso.

El trabajo remoto no es para todos

Claro que el trabajo remoto no es para todos. De entrada, existen muchos puestos o profesiones donde simplemente no es viable o imposible, incluso dentro de la industria de tecnología; recepcionistas, asistentes, parte de RRHH, etc. Estos puestos tienen responsabilidades que por obvias razones no pueden desempeñarse fuera de una oficina o al menos sin interactuar con otras personas de la empresa.

Existen otras limitantes para esta prestación no oficial como puede ser confidencialidad de datos, caso para cuando los equipos de cómputo, bases de datos, documentos y demás no pueden «salir» de las instalaciones físicas por temas de regulación incluso.

Para el caso del empleado, desde la perspectiva como ser humano, existen los «animales sociales» que requieren tener interacción con sus compañeros o simplemente poder decirle buenos días a alguien. Hay muchos casos documentados de empleados que renunciaron a esta prestación porque se sentían solos, deprimidos o incluso desmotivados por la falta de conexión con sus compañeros. Esto entonces, depende mucho de la forma de trabajo y carácter de cada individuo.

Finalmente, creo que para puestos de personas con poca experiencia o los denominados «Jr.» es siempre más productivo estar en interacción con compañeros con más experiencia y claro, bajo cierta supervisión de superiores que le ayuden a crecer profesionalmente. Cuando iniciamos nuestra carrera, a pesar de que nos sobra energía, nos falta siempre experiencia en el manejo de ciertas situaciones o metodologías de trabajo que nos permitan desempeñarnos sin dicha ayuda y supervisión. Una vez que tenemos experiencia en lo que hacemos y hemos desarrollado nuestro propio método de trabajo, es fácil recibir requerimientos de más alto nivel y ejecutar tareas para cumplir objetivos sin dicha supervisión.

¿Cómo hacer trabajar la modalidad remota para empresas y empleados?

Si bien ya dijimos que la modalidad de trabajo remoto no es para todos, aun hay muchas empresas donde esto podría ser una posibilidad y sin embargo sigue siendo un tema controversial. Las ventajas se han discutido mucho sobre este tema, desde mejorar la calidad de vida del empleado al ahorrarse el tráfico, comer más saludable en casa, etc. hasta incluso aquellas ventajas indirectas como por ejemplo al medio ambiente, al evitar utilizar transporte que contamina.

Pero también hay muchas ventajas para las empresas. Obviamente el ahorro en mobiliario y costos operativos de oficina son lo primero que viene a la mente, pero incluso la negociación de salarios puede ser mas atractiva si se ofrece la posibilidad de remoto, aunque sea parcial, por ejemplo algunos días en casa, otros en la oficina. El «salario emocional» es parte muy importante en la actualidad del paquete de prestaciones que ofrece una empresa. Estoy seguro que más de uno negociaría un salario de menor ingreso si se nos permite trabajar de casa. El simple ahorro en costos de combustible que solo seguirá en aumento, la costosa comida en la calle y el tiempo ahorrado en movernos a la oficina puede ser moneda de negociación. Me atrevería a decir que la mayoría estaría dispuesto a negociar un 15%-20% del rango salarial en favor de esta prestación.

Para poder tener una dinámica que funcione en ese sentido, existen varios puntos a tomar en cuenta:

Para la empresa

  • Contar con herramientas y flujos de trabajo que realmente nos permitan desempeñar nuestras labores de manera productiva, de nada sirve usar JIRA, por ejemplo, si cada que alguien tiene una duda me va a preguntar algo que claramente pudo consultar ahí
  • Tener bien definidas las responsabilidades de cada rol. Sin esto, es casi imposible que trabajar remoto funcione, pues siempre estamos a la «espera» de que es lo que tenemos que hacer, lo cual da un falso sentido de que el empleado «no está trabajando». Vienen a la mente metodologías de trabajo ágiles y definición de OKR’s para ello.
  • Prueba y error! Se pueden hacer pruebas piloto y si la empresa nunca ha trabajado con sus empleados de manera remota se puede organizar una semana remota con algún equipo aislado y medir los resultados, es decir, de manera gradual, no se tiene que convertir de la noche a la mañana en una compañía «remote-first«

Para el empleado

  • Equipo de audio/video DE CALIDAD! No me canso de decir que el hecho de tener una Macbook Pro no le da características de videoconferencia o audio profesionales, de hecho es bastante mala, como la de cualquier otra laptop. Si queremos que el trabajo remoto funcione es nuestra responsabilidad contar con al menos un buen par de auriculares, diseñado para videoconferencias (no para escuchar música o videojuegos) y con un buen micrófono, hay que hacer placentero el trabajo de las personas «del otro lado«
  • Evitar las distracciones. Y no hablo de redes sociales. Si uno se distrae con cosas banales como Twitter o YouTube eso va a ser un problema en casa, en la oficina o donde sea, sin embargo, existen otro tipo de distracciones que son casi imposibles de manejar y que he visto en muchas ocasiones causan un gran problema, generalmente se resume en una palabra: familia. Cuando hay niños en casa en horario laboral o la esposa esta interrumpiendo constantemente es fácil distraerse, es igual de malo a que nos distraigan cada 10 minutos en la oficina. Hay que ser honestos con nosotros mismos y usar nuestro juicio pues puede ser mejor ir a la oficina que quedarse en casa.
  • Disciplina. Cuando trabajé por primera vez desde mi casa, hace muchos años, uno de mis entonces «roomates» me dijo «Que curioso que te bañes y te cambies para trabajar en tu cuarto«. Hay que tener una agenda bien definida y tener mucho cuidado con el tema de «trabajar en pijamas» pues se nos puede hacer costumbre empezar a evitar buenos hábitos (o desarrollar los malos) y aunque estemos en casa, por ejemplo, no estamos «desocupados»; seguimos teniendo una responsabilidad solo que la desempeñamos en otro lugar.

Aunque si existen muchas ofertas de trabajo remoto en el área, la mayoría vienen de compañías que se dedican al nearshore/outsourcing/staff agumentation y que simplemente le brindan tercerización de recursos a startups u otro tipo de empresas en mercados como Estados Unidos, Europa, etc. Pocas empresas nacionales de tecnología ofrecen esta modalidad de trabajo.

Ojalá se desarrolle más la cultura de remoto en empresas «establecidas» de tecnología en México y construyamos una cultura de confianza (y resultados) entre empleado y empleador. La responsabilidad de hacerlo funcionar, y el beneficio, es de ambas partes.

Publicado enCiencia y TecnologíaGeneral

10 comentarios

  1. Michelle Acevedo Michelle Acevedo

    Me gusto la publicación!
    En experiencia personal, trabajando como empleado remoto, creo que hay igual cantidad de cosas que me distraen en la oficina y en casa. Tambien hay posibilidad de aprender o trabajar en equipo de manera remota (la clave es la comunicación «activa», que los miembros del equipo compartan los puntos en que esta blockeados para que el proyecto avance y no solo esperar a que se de la junta SCRUM). Es triste saber que en México son muy pocas las empresas que se sabe tienen este formato. Espero que en un futuro cercano , las compañías en México, al menos tengan un modelo de trabajo mixto donde se pueda tener la oportunidad de trabajar algunos días de forma remota

    • Gracias Michelle, si, hay cosas que distraen en todos lados, es cuestión de perspectiva. Para mi la verdad es que los beneficios son mas para el trabajo remoto además que ayuda que no tengo familia en casa.

      Saludos!

  2. gabo gabo

    Una vez me dijeron respecto a eso «¿pero no te vas a distraer?» Mi respuesta fue que de todos modos a las 9 de la noche que estamos atendiendo algún asunto pendiente no nos distraemos y mantenemos el enfoque.

    En mi poca experiencia trabajando de esta forma casi casi hasta trabajo más, debe ser cultural, tratando de justificar o alzar la mano para que se note que sí estoy trabajando

    • Fíjate que al principio justo así me pasó; trabajaba hasta «de más» precisamente por esa sensación de sentirme más comprometido por no estar en la oficina pero después aprendí a simplemente mentalizar que es exactamente lo mismo y respetar mis horarios así que dejé de responder correos o llamadas a menos que fueran emergencias, creo que es lo mas sano.

      La verdad es que yo ya me «quemé esos cartuchos» de trabajar de más, si hay que quedarse más tiempo en la oficina o en casa trabajando entonces o nos falta gente en el equipo o no estamos desempeñando bien las labores. No es sano ni tampoco mejora la productividad. Saludos Gabo!

  3. Alfredo Pinto Alfredo Pinto

    Fijate que el articulo me recordo una experiencia.
    Hace poco platicando con un gerente de planta de una maquila decia que el problema en Mexico es que se valora mas el compromiso que la productividad. Se aprecia al empleado que trabajo muchas horas, esta a la disposición del jefe, que trabaja con la mama en el hospital, que se pierde los eventos de sus hijos, que sale muy tarde y trabaja fines de semana. La cultura premia estos empleados aunque no sean productivos.
    Una vez en una entrevista de trabajo para project manager me entrevisto uno de los dueños y me pregunto como administraba yo los proyectos. Le explique como es que construyo infraestructura y creo procesos para que el equipo pueda ser muy productivo y entregue en tiempo y con gran calidad (la explicación del como era mas larga) .
    Debo de darle crédito que perfectamente entendió lo que hacia, pero dijo que no me iba a dar el trabajo, y nota las palabras, porque después de implementar infraestructura y procesos yo ya no iba a hacer nada durante la mayor parte del día. O sea, su preocupación era que yo tenia que trabajar 8 horas y desquitar hora por hora el sueldo, sin importar lo demás.
    Un día deberíamos juntarnos una vez a la semana y hacer un podcast tu y yo Gustavo, Saludos.

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