Dice el dicho que «Cae mas rápido un hocicón hablador que un cojo» y esta vez a mi me tocó ser el hablador. Vuelvo a Twitter porque, desafortunadamente, no puedo ir contra la corriente, y a continuación explico por qué.
En realidad tomé la decisión por varias razones. Desde el día de ayer la carretera de Tijuana a Mexicali se encuentra cerrada ya que el tramo alto de dicha carretera (Hongo-Rumorosa) suele cristalizarse en temporadas de lluvia ya que las temperaturas llegan por debajo de los 0°C así que mis planes de viajar a mi terruño se vieron mermados.
Hoy por la mañana esperaba saber si se abriría la carretera de nuevo y procedo a googlear «Fiarum«, que es la compañía/fideicomiso encargado de la administración de dichas autopistas de cuotas para llevarme la sorpresa que no existe el sitio (gracias! gobierno austero) así que me dediqué a buscar donde podía encontrar el estatus de la autopista en tiempo real y bueno, resulta que fue en Twitter, por medio de la cuenta de @capufe
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Pero, desafortunadamente este no es el único caso. Cada vez son más constantes las ocasiones donde es casi imposible obtener información o pedir soporte de alguna entidad de gobierno o empresa en sus propios sitios web, por correo o por teléfono; aerolíneas, compañías de telecomunicación, bancos. Siempre, el método más eficiente es, tristemente, «quejarse» en redes sociales y que algún community manager canalize nuestra queja o requerimiento al departamento adecuado. En repetidas ocasiones he enviado correos que no tienen respuesta, horas por teléfono esperando respuestas, etc. Me doy por vencido.
Por otra parte, duré 2 años en proceso de «desintoxicación» de redes sociales y definitivamente me sentí bien, pero, lo dicho, cuando son útiles, son herramientas que no se pueden reemplazar con métodos del ayer. Mi principal queja siempre ha sido, por una parte, la negatividad, falsedad y corección política de estas, depende en cual navegue uno, pero al final creo entender que no puede uno esconderse y hacer como que el mundo no gira; las cosas son así, y si bien no necesariamente se debe ser partícipe, tampoco podemos sacarle la vuelta a la realidad en la que vivimos.
Finalmente, y como parte de mi terapia, se me ha dicho que «No sea tan duro conmigo mismo» así que parte de mis cambios personales han sido romper algunos de mis paradigmas y volver a analizar mis ideas, casi dogmas, sobre temas sociales. Se vale darse permiso, se vale recapacitar pero sobre todo sacarle provecho a las cosas e ignorar lo negativo.
Así que pueden encontrarme, de nuevo en Twitter, como @gustavurub_io
Desconozco si estaré tan activo como en mi anterior cuenta pero al menos se que le sacaré provecho como canal de comunicación para situaciones donde no tengo que jugar a la «bebeleche» en un conmutador o esperar respuestas de correos que solo existen para tarjetas de presentación.
Creo que las redes sociales son como la sal; con moderación y sin olvidar que por más que te guste, te puede enfermar.
Mejor no lo pudiste haber dicho mi estimado, Por cierto, ¿Yá no haces streamings de XPlane?