Saltar al contenido

¿Deseas suscribirte al blog y recibir mis últimas actualizaciones? Haz click aquí.

El tóxico culto a Elon Musk

No importa si eres Nerd/Geek o no; seguro has escuchado sobre Elon Musk, desde sus inicios fundando PayPal hasta Tesla y SpaceX, no se puede negar la influencia que este controversial emprendedor ha tenido en la tecnología y la ciencia moderna. Tampoco se puede ignorar la cultura de culto que se ha generado sobre este personaje, no necesariamente positiva por cierto.

Mi adoración por el efecto Elon

Aun recuerdo la primera vez que me subí a un vehículo Tesla; estaba de vacaciones con la familia en California y de paso en un centro comercial de la zona encontramos una agencia de la compañía. Más que la sensación de un vehículo nuevo, lo que representaba, era lo que me hacía sentir algo especial estando ahí.

Y aun cuando sabía que probablemente no tendría uno de estos vehículos en un futuro cercano, parte por el precio, parte por la infraestructura necesaria para «cargarlos«, inexistente en ese entonces en México, el deseo de éxito de la compañía era algo casi natural, algo así como un objetivo compartido de todos los nerds. ¿Quién no quiere reemplazar los autos de combustible fósil por energías renovables? Y si de paso se puede hacer con un diseño impactante a la vista que no anuncie que tenemos un carro diferente, mejor!

Años después, durante otro viaje familiar a Houston, visité de nuevo el «Space Center«, donde esta vez tuve la oportunidad de ver en el área de prototipos y entrenamiento algunos nuevos componentes y cápsulas en demostración. Lo que llamó mi atención fue obviamente ver las insignias de SpaceX. La compañía de Elon Musk había entrado ya a las licitaciones de NASA como compañía privada para proveer medios de transporte de suministros a la estación espacial internacional o ISS por sus siglas en inglés, con la capsula Dragon que sería impulsada por el cohete Falcon 9. Wow! Ser proveedor de la NASA, para lanzamientos espaciales, no es poca cosa.

Las controversias y el desencanto

Considerar a Elon Musk un mal ser humano sería prejuicioso, más considerando que la mayoría no lo conocemos personalmente. Y aunque algunas de sus declaraciones o apariciones en público me parece que han sido más una reacción tipo tabloide, como su aparición en el show de Joe Rogan prendiendo un cigarro de Marihuana, algunas otras me parecen realmente preocupantes para quienes consideran (o considerábamos) un verdadero líder de opinión dadas sus credenciales, aquí algunas de las que considero más relevantes:

If there was a way that I could not eat, so I could work more, I would not eat. I wish there was a way to get nutrients without sitting down for a meal.

«Elon Musk: Tesla, SpaceX, and the Quest for a Fantastic Future» – 2015

My mentality is that of a samurai. I would rather commit seppuku than fail

«Elon Musk: Tesla, SpaceX, and the Quest for a Fantastic Future» – 2015

I would like to allocate more time to dating, though. I need to find a girlfriend. That’s why I need to carve out just a little more time. I think maybe even another five to 10 — how much time does a woman want a week? Maybe 10 hours? That’s kind of the minimum? I don’t know.

«Elon Musk: Tesla, SpaceX, and the Quest for a Fantastic Future» – 2015

Pero además de estas ideas controversiales, lo que más me hace ruido es la cultura de trabajo extremo y dedicación que ha sido documentada varias veces, de sus propias palabras:

There were times when I didn’t leave the factory for three or four days — days when I didn’t go outside, This has really come at the expense of seeing my kids. And seeing friends.

«Elon Musk Details ‘Excruciating’ Personal Toll of Tesla Turmoil» – NY Times

En esta entrevista con el NY Times se muestran otras «Joyas» de pensamiento. Pero probablemente la «gota que derramó el vaso» fue desafiar al gobierno de California durante la pandemia del COVID-19 para reinicar operaciones de la planta de Tesla en dicho estado. Poniendo en riesgo no solo la vida de sus trabajadores sino la de su familia, que por cierto crece, con un bebé recién nacido.

El ego de los billonarios

Habrá quienes defiendan a Musk por su actitud y sus decisiones excusándolo como genio o incluso a compararlo con las mentes más brillantes de la historia de la ciencia que igual han sido considerados, y bien documentados, como «estrafalarios» o sin vida social como Nicolás Tesla o Isaac Newton, pero para mí existe una gran diferencia: el ego.

Lejano a tener conocimientos de psicoanálisis, mi percepción es que Elon Musk tiene un gran ego disfrazado de entrega a la ciencia. Por ejemplo, está documentado que tanto Nicolás Tesla como Isaac Newton nunca se casaron, incluso no tuvieron relaciones cercanas y hay historiadores que aseguran que Newton murió siendo virgen, pero además de la ausencia de relaciones amorosas, estos dos personajes rara vez convivían en público con otras personas, siempre entregadas a sus investigaciones.

No podemos decir lo mismo de Elon Musk, quien en su tercer matrimonio y con 6 hijos parece no tener estos mismos patrones de aislamiento. Suena contradictorio con las declaraciones de los párrafos anteriores ¿Cierto? Pues sucede que, al menos para mi, pareciera que esta ideología está construída en base a moldear un personaje artificial buscando atención más que un científico excéntrico cargando la penitencia de su propia naturaleza, es decir, ¿Quien tendría tiempo para twittear o dar entrevistas controversiales siempre que parece adecuado cuando se está sumergido en llegar a Marte?

Apreciemos el humanismo y no la celebridad

Este escrito no es un ataque particular a Elon Musk, sino una retrospección al culto que se genera alrededor de personajes importantes de la industria como el. En tiempos actuales, donde cualquier persona con una cámara y una cara bonita o un cuerpo de modelo se puede convertir en una celebridad sin aportar algo de sustancia no es difícil entender cómo engrandecemos también en el sector de la tecnología y la ciencia a quienes además de ricos parecen vivir una vida de excentricidad que parece buscar más los reflectores y el reconocimiento individualista que el progreso.

Ya en anteriores ocasiones he escrito sobre esta necesidad de «brillar» en el sector tecnológico y subirse al tren y de cómo engrandecemos a personajes de Silicon Valley a pesar de no ser precisamente modelos de líderes a seguir.

Y es que, es difícil tomar como motivación o apreciar a alguien que no cuenta con el «Factor Cool©» pues está en la naturaleza de la sociedad moderna ser atraídos por lo que causa controversia, furor o placer instantáneo o simplemente, sentir atracción y deseo de convertirse, inconscientemente, en esa celebridad. El dinero definitivamente es atractivo, pero el culto a la personalidad suele ser galardonado solo a aquellos que provocan con su estilo de vida, sus declaraciones y sus desafíos al estatus quo por todas las razones menos las correctas.

Bill Gates es el ejemplo perfecto en estos momentos de un individuo con un interés genuino en aspectos del ser humano que, de no ser por la situación actual con la pandemia del COVID-19, pasarían de largo como escritos más en su blog, o presentaciones y campañas en las cuales no estamos interesados pues su contenido es de poca relevancia.

Y mientras los demás hemos estado ocupados poniendo nuestros ojos e interés en cuál es el siguiente unicornio mejor valorado en Silicon Valley y qué nuevo rumor sobre la vida personal de su CEO sale a la luz, el sr. Gates junto con otros empresarios ha estado entregado desde hace casi 20 años a temas como la hambruna, la educación y, bingo! Las vacunas! Y aunque Bill Gates no es específicamente un científico, estar involucrado en estas actividades le ha dado valor y autoridad a su voz, tanto así que parece que vaticinaba lo que pasaría 5 años después en esta presentación de TED:

Presentación de TED sobre pandemias e Influenza – 2015

Aunque el desarrollo de transporte sustentable y la exploración espacial son temas críticos para el progreso y la ciencia, una de las cosas positivas que realmente espero como consecuencia de la situación actual de la pandemia es que recuperemos el respeto, apoyo y admiración por otras ramas fuera de la tecnología de consumo como la medicina, la psicología y la explotación de recursos que estoy seguro serán, o ya son, temas fundamentales que impactaran nuestra vida, la vida real, esa que vivimos fuera del Internet y las redes sociales, temas que merecen inmediata atención y sobre todo apoyo y reconocimiento a quienes investigan, invierten y laboran en ellas, aun cuando no hayan lanzado un carro al espacio o fumado Cannabis en vivo.

Y para un seguimiento del análisis de este tema recomiendo las siguientes lecturas por Gizmodo y The Atlantic:

«Don’t fall for Bloomberg’s Effusive Elon Musk profile» – Gizmodo

«The Cult Of Elon Is Cracking« – The Atlantic

Publicado enCiencia y TecnologíaGeneralPolítica, Historia y Sociedad.

2 comentarios

  1. Justo por la mañana estaba buscando algún podcast que hablara de lo ocurrido el día del intento del lanzamiento del Falcon 9. Empecé a ver podcasts enfocados no solo a compartir las noticias de spacex, The Boring Company o Tesla, sino a Elon Musk como tal, su marca personal.

    Creo que todos en algún momento nos ha pasado pensamientos radicales como el alimentarnos sin sentarnos a comer y, si no mal adivino, varios workaholics lo han de haber intentado, o investigado.

    El chiste de todo esto es que podamos aprovechar las aportaciones de todas estas mentes que gracias a su «vicios», sus pensamientos out-of-the-box y excentricidades, es que podemos conocer, disfrutar y aprovechar. Básicamente veo que es empujar los límites de la mente, de la vida y el ser una persona extraordinaria.

    No comulgo con todos sus ideales, y como mencionas, no lo conocemos como persona, pero sí creo que todos deberíamos seguir el ejemplo de dejar un legado.

    Por cierto me dio mucha risa que enlazaras tabloide a su definición. Sería interesante saber cuántos le dan clic.

    Saludos mi buen Gus!

    • Claro Josh, cada quien tiene una idea diferente sobre este tema, para mi en particular no es sana esa cultura. Por otra parte, si lo analizas, Elon Musk es un gran administrador de negocios, igual que Jobs, pero no científico ni investigador y ese es precisamente mi punto, que realmente ese estilo de vida no es comparable al de una mente curiosa sino más bien relacionada con ego, pero bueno, es mi perspectiva.

      Lo de tabloide (y otros términos) los ligo para que haya referencias porque luego hay quienes no entienden el contexto ja, abrazo!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.