Como es usual, cuando estamos desempleados, solemos culpar la mayoría de las veces a cualquier otra persona o circunstancia de ello. Y aunque existen situaciones en las cuales esto puede estar mas o menos fuera de nuestro control, la realidad es que usualmente se debe a una mala estrategia de nuestra parte, y, ¿Quién es nuestro antagonista favorito? El reclutador.
Una constante que leo en LinkedIn es la pérdida de otras oportunidades de un candidato por culpa de un reclutador o empresa que nos tenía en «espera» por lo cual nos quedamos literal como «El perro de las dos tortas«. Les comparto a continuación algunos tips para aumentar la oportunidad de ser seleccionado en un proceso y no parecer perro.